jueves, 5 de enero de 2017

6 de enero

Un 6 de enero, dejaron las bestias afuera y entraron pateando la puerta. Uno dijo que traían un regalito y el más morocho rio fuerte. El tercero levantó el arma con un “arriba las manos”. El niño, descalzo, se quedó absorto al descubrir que los Reyes Magos eran policías.